El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confrontó este miércoles a su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, durante una reunión en la Casa Blanca, exigiendo una explicación sobre lo que calificó como una "persecución" contra la minoría blanca afrikáner en Sudáfrica. Trump reiteró su teoría de que los afrikáners están siendo víctimas de un "genocidio", una afirmación que ha generado controversia y ha sido rechazada por el gobierno sudafricano.
Durante el encuentro, Trump presentó videos y recortes de prensa que, según él, respaldan sus afirmaciones sobre la situación de los afrikáners. Ramaphosa, por su parte, negó rotundamente la existencia de un genocidio y enfatizó que el crimen en Sudáfrica afecta a todas las comunidades, sin distinción racial.
La reunión también abordó la reciente decisión de la administración Trump de admitir a 49 afrikáners como refugiados en Estados Unidos. Esta medida se enmarca en una orden ejecutiva firmada por Trump en febrero, que suspendió la ayuda a Sudáfrica y priorizó el reasentamiento de afrikáners, alegando que enfrentan discriminación racial en su país de origen.
El gobierno sudafricano ha cuestionado la validez de esta decisión, argumentando que los afrikáners no cumplen con los criterios internacionales para ser considerados refugiados, ya que no están siendo perseguidos por motivos de raza, religión o afiliación política.
La controversia se intensificó con la presencia del empresario Elon Musk en la reunión, quien ha sido un crítico del gobierno sudafricano y ha respaldado las afirmaciones de Trump sobre la situación de los afrikáners. Musk, nacido en Sudáfrica, ha acusado al gobierno de ser "anti-blanco", aunque estas afirmaciones han sido desmentidas por diversas fuentes.
Expertos y organizaciones internacionales han señalado que, si bien existen problemas de seguridad en las zonas rurales de Sudáfrica, no hay evidencia que respalde la existencia de una campaña sistemática de violencia dirigida exclusivamente contra los afrikáners.
La reunión entre Trump y Ramaphosa, que inicialmente estaba programada para discutir temas de comercio y relaciones bilaterales, se vio eclipsada por este debate, reflejando las tensiones actuales entre ambos países respecto a la política de refugiados y los derechos humanos.
EFE